Conjugando amor y odio en la misma frase, cada día, cada hora, no supimos vencer la dicotomía en favor de nuestros corazones,
y así, fuimos dejando que el más negro de los orgullos minará nuestras más desatadas miradas de amor salvaje; nuestro más caluroso deseo de comernos a besos.
1 comentario:
y por qué no colorear el orgulloso silencio???
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