[...] Me parece infantil la idea de una pareja en la que se cuelen todas las corrientes de aire, pero tampoco siento demasiado aprecio por las parejas que huelen a cerrado; y sólo siento desprecio por la pareja antigua, basada en la sumisión de la mujer al hombre, o en la mujer que castra al hombre, o en las dos cosas al mismo tiempo.
Si tuviera que exponer las cosas en las que creo en este aspecto, diría: la
complicidad, la
ternura y el
derecho a equivocarse.
-Los desorientados, A.Maalouf-