Y sabes, todo esto me da mucho miedo, porque temo que tu nombre se borre de las paredes de este, de que ya no pregunte tan a menudo por ti, y de que inexplicablemente,
empieces a dejar de ser la musa que consigue que bombee sangre cada mañana.
Te lo confieso; tengo miedo a dejar de morirme por tu sonrisa.
Gonzalivsky
No hay comentarios:
Publicar un comentario